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Vida, Loca, Mía

Vida, Loca, Mía

 

               Tan sumidos como estamos en nuestras propias e inevitables realidades, es díficil que en general sepamos entender el sitio que ocupan los otros y cómo viven. Tan sometidos como somos los europeos a nuestro lugar en el centro de la historia, nos mostramos normalmente incapaces de acomodarnos a otros ritmos. A veces alguién o algo irrumpe en nuestra percepción de las cosas, poniendo delante de nuestros ojos y nuestro cerebro una realidad paralela, que sin embargo y, como ciudadanos del mundo que ya deberíamos ser, también tendría que formar parte de nuestra propia realidad.

              Anamá Martínez, como bien cuenta Lamima, abrió hace poco un fotoblog. Hay textos en ese sitio que ponen los pelos de punta, por su emoción, por su fuerza, por su capacidad de caminar a ras del suelo y volar al mismo tiempo. Copio aquí el siguiente texto de Anamá, dedicado a su madre, que me ha dejado clavada ante la pantalla del ordenador:

 

Vida, Loca, Mía...

“El olvido está lleno de Memoria...”
M. Benedetti

Latinoamérica se abraza en pasiones extrañas, historias, amores, por siglos desencontrados.

Ella tendría veinte años; él, quizás algunos más, algunos menos. Hace cincuenta años ella cruzó este río que hoy moja mis pies, no sé cómo ni en qué medios y llegó a su encuentro.

Loca Mía, jovencita de ojos inmensos, apasionada estrella que brillaba por primera y única vez en el cielo uruguayo.

Dos preguntas y dos respuestas – Una historia de Amor...cincuenta años de por medio.
-Solamente quiero saber, nena, si él vive y si era tupamaro....-

Loca Mía: tus dos preguntas repetidas hasta el infinito y por fin, una sola respuesta: Sí.

Loca Mía, soñabas cuando hace años me vine con mis hijos detrás de mi Amor a estas tierras que alguna vez compartiste con tu Carlos María.

Pollera campana, blusa llena de flores, jazmín del país y audacia, tu pelo, el viento, la gracia de tu significativa primera vez, la pasión , tu piel, Loca Mía, el placer...

En el medio, años de exilio, de dolor, de otros amores y otras banderas, de soledades, de muerte, de locos pensamientos en noches de verano.

Sí, vive.

Sí, era tupamaro.

¿Te bastan las repuestas, Loca Mía? O quieres que te refresque la memoria colectiva de este Pueblo que no es ni tuyo ni mío y que sin embargo nos une ahora, hoy, en este presente de Lucha, de Sueños, de Utopías probablemente más locas que vos y que yo.

Así, tú comprenderías las cuestiones políticas que me diferencian y yo sabría cómo enhebrar una historia de Amor junto con la historia de un Pueblo.

El Frente Amplio, más amplio que nunca, triunfó por más del 50% de los votos. Credenciales dormidas que volvían a ver la luz desde Nueva York, desde Miami, desde Oslo, París, Estocolmo, Sydney, desde Buenos Aires, desde remotos rincones entrerrianos...

La alegría del Pueblo en la Plaza sanducera se le contagiaba a mi hija, a mi Violeta, que aceptaba gustosa los besos de un desconocido, borracho, moreno de tan negra su piel, sudoroso, matoso, que repetía con la botella de vino tinto, maloliente, uruguayo: “Ahora tendré trabajo!” y la silla de mi niña giraba en locas vueltas frente al flash de los fotógrafos... no había otras sillas en la plaza...

Los locos giros de su baile, ancestral, liberaban demonios encadenados, dolores desangelados por siglos, liberaban muerte y abrían paso con la silla de Violeta a la Vida, a la Esperanza, a ese puesto de trabajo, a la Utopía...

Mil banderas y mil más se alzaban y se podían ver desde lejos, desde muy lejos, desde los ojos amados de mi compañero, desde mi propio amor y mi dolor corriendo ambos parejos entre sensaciones que un celular no podía transmitir.

Saber que va a doler, saber que no va a ser y sin embargo... la alegría era incontenible.

Los tamboriles avanzaban en rituales centenarios y una sangre que no termino de reconocer como propia pero que está presente, bulle en mis arterias, oxigenada, acelerada, viva...

Atrás queda el Uruguay batllista, atrás quedan ciento cincuenta años de blancos y colorados, la dictadura sangrienta. Hoy, es tiempo de alzar banderas, de encuentros, de noticias nuevas, urgentes, desesperadas, recién estrenadas.

Mujeres de tu edad ( ni vos ni la de tu Carlos María), se abrazan en medio de las calles y gritan felices que volverán por fin los hijos que parieron y que perdieron en el exilio.

Años de cárcel para tantos. Años de torturas, de miseria, de hambre, de injusticia...Don Aníbal no sabe qué está pasando, quizás lo presiente pero no sabe que ese rostro que se refleja frente a su espejo, Alzehimer mediante, es el rostro de la resistencia, de la lucha, del amor, de la Vida a pesar de todo.

La mala racha, la incapacidad mental de poder analizar y ver esta realidad que pinta las calles de su Paysandú con los colores blancos, azules y rojos, que florecen en mburucuyás abiertos como soles artiguistas, que canta que baila, Uruguayos...Nunca Más!!!

Lo dijiste tú, Loca Mía, cuando más nada supiste de tu Carlos María, lo repetí yo, alguna vez, en estos días agitados previos a las elecciones.

Las épocas se mezclan y no sé las razones del desencuentro. Tú, con tus contradicciones y él , desde mi ignorancia, no merecen que imagine siquiera esas razones, las habrán tenido sin duda, o no, caminos distintos, compromisos de lucha de parte de él, de recato por parte tuya y la frustración que te acompañó, Loca Mía, durante todos estos años.

Una vez, tu vida toca la mía y tuve para ti, Loca Mía, las respuestas a las preguntas de tantos años, confirmé para ti que efectivamente existían doña Rosa, el Cine Club y el nombre del hombre claramente grabado en tu memoria.

Tanta memoria, tantos nombres, tanto dolor y ausencia, tantos hijos, tantos amores, tantas canciones muertas, se contraponen...la alegría pobló Paysandú y, como un viento, cubrió nuestra provincia verde, de orilla a orilla, de costa a costa...
Solamente, Loca Mía, que ha pasado tanto tiempo y las heridas no cicatrizarán ya...

Tú, Loca mía, ya no quieres saber más, tienes tus respuestas.
Yo, Loca tuya, seguiré buscando otras junto a este Pueblo que enarbolando banderas sueña y lucha.
¡Guay de aquél que te traicione!
¡ Guay de aquel que los traicione!
La Historia es Nuestra.

La comunicación entre vos y yo se corta, voluntariamente, estoy llegando al Puente Internacional y preparo los papeles para la aduana y los gendarmes, vuelvo a mi País, a mi Patria, esa inmensa extensión de tierra donde seguramente descansaré para siempre algún otro día y ojalá entonces, o antes, o en algún momento, alguien tome mi sueño, perdido casi, de Amor y de Locura y lo reconquiste en la Memoria como el Frente hoy en la Plaza...


Anamá
Entre Paysandú, Buenos Aires y Colón en los primeros días de noviembre de 2004.-

(© 2007 Anamá Martínez)

 

*La fotografía muestra una de las manifestaciones que se han producido recientemente en el puente entre Paysandú (Uruguay) y Colón (Argentina), sobre el río Uruguay, en protesta por la ubicación de una industria papelera, que se teme contamine gravemente la zona, tan hermosa, de Entrerríos. La foto viene desde:

www.andinia.com/photography/papeleras_manifestacion_marcha7.jpg

 


Anamá me envía hoy, ahora mismo, un correo para contarme que ayer los manifestantes que cortaban una carretera que une Uruguay y Argentina, como modo de protesta por la instalación de las papeleras, -un conflicto que ha llegado ya al Tribunal Internacional de La Haya- fueron levantados a la fuerza y las vallas que cortaban la carretera destruidas con machetes y fuego. La información la da Radio Máxima.

6 comentarios

Luisa -

Exacto, Manuela, espeluzno... de esos que te recorren la espina dorsal y dices aquí hay vida rebosando por cada letra, por cada silencio, por cada salto de pensamiento...
Un beso.

Luisa -

Ojala, Ybris, todos mirásemos más hacia otros sitios -en el buen sentido-. Gracias siempre por tu visión de las cosas.

M.M -

Qué no sentir que no sea un espeluzno, otra realidad más, otra desconocida entre tantas...

Ybris -

Totalmente de acuerdo contigo en que hay que abrirse a otras realidades.
Las preciosas palabras y las fotos de Anamá lo saben hacer de un modo onolvidable.
Gracias por traerla.

Besos.

Luisa -

Es un texto con mucha garra. Y coincido contigo en que nos aporta aquí, a este lado del mar, un modo distinto de encarar la realidad.
Un beso también para ti.

lamima -

Si, a mi también me llamó la atención cuando lo leí este fin de semana... El fotoblog de Anamá tiene mucha miga Luisa: de sentimientos, de formas,de costumbres...
No sabes la alegría que me da tener una ventana por la que mirar, con confianza, lo que hay por su mundo. Y aprender y sonreír de sus cosas como ella.
Un beso guapa