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Conocida desconocida -2: La techumbre de la catedral de Teruel

Conocida desconocida -2: La techumbre de la catedral de Teruel

 

 

         Inde descubrió muy agudamente que la mujer de la imagen del post "Conocida-desconocida-1" habita desde finales del siglo XIII en la techumbre mudéjar de la Catedral de Teruel. Extrañamente escoltada, por cierto, pues a su lado están un apóstol y la figura de quien parece una reina. De ella no tenemos tantos datos, a no ser que sea alguien que desde nuestro tiempo se ha colado allí, Teresa por ejemplo, que se reconoció al verse. En fin, aquí la podéis ver, a esta desconocida-conocida, ubicada adecuadamente.

         No me resisto a la tentación de aprovechar la ocasión para hablar un poco de esa techumbre, aunque supongo que a estas alturas no hace falta decir que es una obra de carpintería mudéjar extraordinaria y, sin duda, una de las razones por las que merece la pena darse una vuelta por Teruel.





         La singularidad de la techumbre radica tanto en su estructura como en su decoración pictórica. Y en esta apreciación, como en lo que cuento a continuación, sigo a pie juntillas el análisis del profesor Gonzalo Borrás, especialista principal en el arte mudéjar aragonés y en el arte mudéjar en general. La techumbre alcanza unas dimensiones de 32 metros de longitud por 7,76 metros de anchura. Desde un punto de vista estructural, la techumbre es un armadura de madera, de las denominadas "de par y nudillo", con tirantes de vigas dobles apeados en canes o asnados.  Explico: los nudillos forman la parte arquitrabada de la techumbre, ( la que está en paralelo al suelo), que se llama técnicamente almizate o harneruelo. Los pares conforman los planos o faldones inclinados. De esta forma la techumbre describe un perfil trapecial.  Además hay diez tirantes de vigas pareadas, que sirven para establecer nueve secciones desde un punto de vista iconográfico. Este tipo de armaduras de par y nudillo deriva del arte almohade. La novena y última sección (contando desde el crucero de la iglesia hacia los pies) corresponde a la restauración realizada después de la Guerra Civil, o sea está rehecha.





         La techumbre aparece profusamente ornamentada. Conviene destacar el uso amplio de la decoración figurada, que se distribuye fundamentalmente en los tabicones laterales que se encuentran entre los canes y los tirantes; también en las llamadas tabicas hexágonales que cierran las calles entre los pares de los faldones. Parece haberse descartado la existencia de un programa iconográfico unitario para toda la decoración, dada la gran variedad de temas dispuestos: escenas de carácter religioso, pero también otras profanas diversas, como las correspondientes a la representación de los oficios y acciones empleados en la construcción de la propia techumbre. También abunda la ornamentación proveniente de bestiarios y otros temas de compleja interpretación.

         Señala Borrás que la decoración está ejecutada al temple sobre tabla y que, estilísticamente, corresponde a las características del gótico líneal del último tercio del siglo XIII. Sin embargo, las fuentes y modelos parecen situarse más bien a comienzos del siglo XIII, en concreto en miniaturas bizantinizantes de hacia 1200, y en modelos relacionados con las pinturas del desgraciado monasterio de Sijena.  Se piensa que sus ejecutores fueran artistas arcaizantes, por tanto. También se ha señalado la coincidencia con temas decorativos y ornamentales de la propia cerámica decorada turolense, de gran importancia, como se sabe.

         Sé que la explicación ha salido un poco técnica. Tiene su razón de ser: conviene que se sepa la complejidad de esta obra magnífica, para apreciar todavía mejor la excelencia de los resultados. Pero, si os resulta un poco arduo, siempre podéis quedaros con la sensación de las imágenes: creo que hablan por sí solas. Así que ya me callo.




 

 

                 ( Dos cositas más:

                 * El texto toma las ideas de Gonzalo M. Borrás Gualis. “Arte mudéjar aragonés”. Ibercaja/Colegio Oficial de Aparejadores y arquitectos técnicos de Zaragoza. 1985.   

                                *     Las fotografías han sido realizadas por José Antonio Melendo, cuyo excelente trabajo ha contribuido a la muestra “Tierras de frontera”, de la que existe web y catálogo. Mi agradecimiento por estas espléndidas imágenes que me han hecho muy feliz.)





16 comentarios

Luisa -

Vete a verla, Teresa. Eso sí, llévate unos prismáticos. Y de ésto, al final, si hay tiempo, sacaremos otra historia más, ¿o qué? Porque si que se te parece sí, esta mudéjar.
Besitos, guapa.

Teresa -

uy, tendré que ir a verla de cerca... además tengo un vestido parecido, igual me lo llevo cuando pueda ir jajaja

besicos y buen finde, espero que ya estés recuperada del todo...

Luisa -

¡Hola, Ana! Tienes razón con el asunto de la terminología. Hay que intentar ser rigurosos, para entendernos bien. La techumbre de la catedral sencillamente no es un artesonado.
Conozco las torres. En la del Salvador he tenido la suerte de visitarla. Es una gozada.
Nada de ahorrarse publicidad de este tipo: nos es muy necesaria, que en esta tierra somos un tanto desapegados con nuestras cosas.
Un abrazo para ti.

P.D. Tienes un blog muy bien planteado.

Ana -

Hola, Luisa.
¡Qué bien que hables de "techumbre" y no de "artesonado"!
Eso a los turolenses nos revienta un montón :).
Sin duda el mudéjar es de lo poco que salvo de esta ciudad en la que viví hasta hace un par de años.
¿Has visitado las Torres? La del Salvador es fantástica y, teniendo la suerte de conocer al chico que la tiene alquilada y a su colega, puedo asegurarte que viven el arte con mucha pasión y que son muy, muy agradables.
Antes de finalizar también esta cuña publicitaria que me podría haber ahorrado, te recomiendo también el audiovisual de esta torre y la música de Luis Delgado.
Un saludo grande :).

Luisa -

Es una auténtica maravilla, sin duda de ninguna clase. Pero esa catedral en su conjunto, como bien sabes, es magnífica: su arquitectura, la torre, la techumbre, y el retablo mayor, renacentista, sin policromar, una pieza a señalar de entre lo mejor del renacimiento penínsular; su autor, Gabriel Joly, sale retratado también en el Pan de Oro (aprovechada que es una).
Besitos ciáticos (para ti sólo los besitos).

laMima -

Cuando visité Teruel recuerdo que me quedé clavada ante esta techumbre, "en directo" es magnífica aunque he de reconocer que Jose Antonio le hace justicia con sus preciosas fotos (y nos ayuda así con los detalles).
Eso de Inde y los restauradores...es harina de otro costal. Ja!
Besos maja!!

Luisa -

¡Hola Antonio! Estábamos en el post a la vez, ¡ja!. Tienes razón, somos de una tierra mudéjar y eso es mucho, mucho.
¡Un besote!

Luisa -

Gracias, Valentín. La catedral de Teruel se merece esas visitas, sin duda. Y me alegra que la aprecies, porque en esta tierra muchas veces pecamos de bastante despegados.

Antonio -

"Soy de una tierra mudéjar" como cantaba Carbonell...

Y no me cansa contemplar, por ejemplo, cada vez que tengo ocasión, la bellísima torre de San Pablo de Zaragoza. ¡Jamás me cansará!
¡Un beso, Luisa!

Luisa -

Me alegro mucho, Isabel, de que ya conozcas la techumbre y de que compartas la admiración por el trabajo que en ella se realizó. Realmente es espectacular el despliegue iconográfico: lleno de sugerentes imágenes y tan variadas que no se sabe bien a donde acudir.
Besos.

Luisa -

Deje a medias ayer contestar a Magda e Ybris. Prosigo brevemente aquí, para los dos.
Magda, decía ayer de la importancia del mudéjar como huella histórica de convivencia cultural. Pero también es cierto lo que apuntabas de su espectacularidad, y ello a pesar de la natural sobriedad que a la arquitectura le confiere el realizarse en un material tan poco noble como el ladrillo. Los resultados son magníficos. Y en Teruel todo ello se enriquece con las muestras de cerámica, que en el caso turolense se realizan especificamente para la arquitectura, no se trata de piezas domésticas reaprovechadas. Es todo un mundo.
Ybris, espero que puedas ver el miércoles las imágenes. José Antonio hizo unas fotos muy buenas. Se aprecia muy bien el detalle de las pinturas del techo. El anterior post era un pequeño juego, porque me sorpendió tremendamente la modernidad de la indumentaria y la pose de la mujer de la techumbre.
Besos, besos.

Valentín -

Precioso post y espectaculares imágenes. Cada vez que voy por Teruel trato de encontrar un momento para una breve visita a la Catedral.

isabelbarcelo -

Hace años tuve el privilegio de poder ver ese techo en una visita guiada, y no la he olvidado. Me gustó muchísimo. Además, he de decir que nutre de manera singular nuestro imaginario. Feliz puente (si es que lo tienes, claro) y, en cualquier caso, feliz día del trabajo.

Luisa -

El mudéjar ha dejado expresiones artísticas francamente bellas; pero acaso su valor más decisivo en el tiempo haya sido pervivir como testimonio de convivencia cultural, de cooperación, de síntesis capaz de generar una nueva forma asimilable por todos.

Ybris -

Me alegra que completes aquí lo que me dejó un tanto intrigado en tu anterior entrada.
Lamentablemente tendré que esperar hasta el jueves para poder ver las imágenes que pones (he tenido que desactivarlas para mantener el flujo telefónico de datos dentro de unos límites asequibles).
Besos

Magda -

Dificil decir algo que pueda definir y abarcar la belleza de este arte, Luisa. El arte mudéjar es como un juego de abalorios en los que todo brilla esplendorosamente. Ese techo es impresionante.
Todo arte enriquece la vida.