Un libro sobre la Capilla de los Corporales de Daroca
Heraldo de Aragón anuncia hoy la noticia de la publicación de un atractivo libro sobre una de la joyas del patrimonio cultural de Aragón, la Capilla de los Corporales de Daroca (hermosa localidad de la provincia de Zaragoza que conserva un excepcional legado artístico y cultural).
El libro sobre la Capilla de los Corporales ha sido realizado por el historiador del arte, Fabián Mañas, y el fotógrafo Julio E. Foster, y editado por el Centro de Estudios Darocenses, Institución Fernando el Católico y Diputación de Zaragoza.
La idea surgió, al parecer, ya en el año 2000 al terminarse los trabajos de restauración de la Capilla, que es un monumento teóricamente conocido, pero que contiene un buen acerbo de detalles iconográficos muy poco divulgados. Dice el reportaje, preparado para Heraldo por Mariano García:
" Era importantísimo, pues, el aparato gráfico de la obra. Fabián Mañas y Julio E. Foster pidieron permiso al arzobispado y, durante varios días del pasado mes de enero, estuvieron estudiando y fotografiando con todo lujo de detalles hasta el más mínimo elemento artístico de la capilla. Casi centímetro a centímetro, y con distintas iluminaciones, retrataron el inmenso legado artístico de la capilla. Y el resultado -una selección de lo mejor- lo ofrecen ahora en este libro.
Creo que hay muchas sorpresas -apunta Fabián Mañas-. No queríamos hacer un estudio en profundidad desde el punto de vista histórico y artístico, sino más bien un trabajo divulgativo, basado en el poder de la imagen."
"El libro describe y reproduce imágenes de todos los elementos artísticos conservados en la capilla, desde los testimonios románicos a las pinturas murales, el retablo relicario, el retablo jubé o de arquerías, y el presbiterio. Y se detiene muy especialmente en los relieves de la capilla, tallas de una belleza inusitada que, al estar realizadas en el siglo XV, son un valioso testimonio iconográfico. En los relieves, el escultor relató el milagro, aunque lamentablemente alguno de sus episodios se ha perdido. Pero está lo sustancial: las batallas entre moros y cristianos, que peleaban bajo bandera aragonesa, la exhibición de las formas por parte del sacerdote, el traslado de los Corporales a lomos de una mula... En las escenas hay abundante información sobre la ropa, la impedimenta militar, la arquitectura de la época... Para la portada se ha elegido la escena final, por su simbolismo. En ella están representados darocenses del siglo XV, de toda clase social y condición, observando apiñados cómo se detiene ante el templo la mula que transporta los Corporales.
Sabemos muy poco del escultor que hizo esos relieves -se lamenta Fabián Mañas-. Tradicionalmente se han atribuido a Juan de la Huerta, y se ha pensado que podían fecharse en la segunda mitad del siglo XV. Pero en los últimos tiempos ha cobrado vigor la idea de que tuvo que ser un escultor de la Borgoña quien decorara la capilla, y se ha apuntado el nombre del maestro Issambart, que aparece mencionado en algunos documentos. Quizá en el futuro se puedan aportar más datos acerca del autor pero, desgraciadamente, por el momento, la información que poseemos de él es bastante escasa.
Tras ocuparse de las tablas góticas que representan a los Reyes Católicos, el libro concluye con un panorama de lo que ha sido la celebración de la festividad de los Corporales desde que se tiene constancia documental hasta hoy".
La tradición del milagro de los Corporales que se celebra en la Capilla darocense cuenta que antes de la batalla entre cristianos y moros, para tomar a éstos el castillo de Chiva, cerca de Játiva, en Valencia, un día de 1239, oficiaba misa de campaña el sacerdote de Daroca, Mateo Martínez. Mientras ya amenazaban los enemigos, el sacerdote cristiano consagraba las hostias, y éstas, al ponerlas sobre el corporal para dar la comunión a los capitanes de las tropas cristianas, empezaron a sangrar. Los cristianos interpretaron el hecho milagroso como una señal de victoria segura sobre los enemigos, los cristianos llevaron al sacerdote al campo de batalla, portando el corporal como un estandarte, que llenó de temor y espanto a los moros. La batalla fue ganada por los cristianos. (*)
Había que conservar los corporales milagrosos y en ello pugnaban Daroca, Teruel y Calatayud. Para dirimir el conflicto, se decidió colocarlos en una arqueta a lomos de una mula blanca arrebatada al ejército musulmán, que no conocía los caminos de las tierras cristianas, por tanto, y dejar caminar al animal a su albedrío. Acabó desplomada y muerta, después de tantas leguas de camino, ante el hospital de San Marcos de Daroca. Desde esta iglesia se trasladaron posteriormente a Santa María, iglesia románica que se recibió arreglos y se embelleció tras depositarse los corporales.
El suceso prodigioso alcanzó gran eco en todo el orbe cristiano. Se repitieron sucesos similares en Lieja y Bolsena. Por ello, el papa Urbano VI decretó en 1264 que le jueves siguiente al domingo de la Trinidad se celebrara la festividad del Corpus Christi, que hasta entonces se conmemoraba en el Jueves Santo.
En Daroca, desde el siglo XV se celebra la festividad de los Corporales el día del Corpus con una multitudinaria procesión, que transporta la arqueta de los Corporales, arrojándose a su paso pétalos de rosa.
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(*) Otra versión del milagro habla de que las hostias sangraron mientras estaban envueltas en el corporal y ocultas en una peña, donde las había dejado el sacerdote, para que no fueran profanadas. Fue al descubrir el hecho, después de un pirmer embate en la batalla, en el que los cristianos no quedaron bien parados, cuando éstos toman nuevos bríos y consiguen la victoria.
Una de las direcciones donde se relata la tradición del milagro de los corporales es:
http://www.daroca.info/Corporales/milagro_corporales/milagro_1.htm
El reportaje de Heraldo de Aragón y la fotografía en:
http://www.heraldo.es/heraldo.html?noticia=184485
2 comentarios
Luisa -
En la Capilla de los Corporales hay muchos detalles iconográficos para comprender el periodo histórico al que se refieren los relieves. Por eso creo que este libro es importante, y porque con todas las fotografías de planos cercanos ayuda a ver con detalle cosas que en el mismo terreno son díficiles de apreciar por la distancia desde la que hay que verlas.
Un beso, Magda.
Magda -