Poetizando - 2
Nazco de ti, vengo de tu palabra,
Venus recién parida. Tus manos forman
olas
sobre mi cuerpo expuesto al viento
y me levantan hasta alcanzar la luna
o el espejo. Soy hermosa.
Me miro en tu mirada. Veo
largos reflejos tejiendo y destejiendo
el horizonte. Iniciaré mi danza,
mientras tú vas
cantándome y me nombras,
letra a letra en incesante ritmo.
Y si tú callas, me detendré en la orilla.
Me volveré invisible. Seré la sombra o nada
de tu silencio y en él cobijaré mis ojos,
y seré hermosa
como una tarde que entorna la puerta.
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FSA -