Poetizando - 7
Tu frente languidece bajo mi mano
y arde. No dejaré que pasen las serpientes.
No habrá más pesadillas.
Fíjate en mi sonrisa, tras ella
viene el mundo con su luz,
con sus ruidos y toda la ignorancia
necesaria para lo que sabemos.
Yo cuidaré de ti. Seré constante.
Protegeré tu frente pesarosa
contra el sueño violeta de la tarde
y el insistente eco en arco iris de cientos
de canicas contra el suelo.
Será mi mano fresca y luminosa
como un jardín recién amanecido
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