La plaza rehabilitada de San José (Argentina): un modelo de integración.
Hace más de un año escribí una sugerencia a mi ayuntamiento. Les recordaba, por si no estaban muy al tanto, que los niños con discapacidad también juegan. Les preguntaba si sabían que a ellos también les gustan los columpios. A mi sobrino Daniel es una de las cosas que más le pirran. Hemos ido muchas veces a jugar a los columpios, arreglándonos como hemos podido para que él pudiera sujetarse. Ahora, ya más crecido, cada vez eso se hace más complicado en los columpios convencionales. Por eso, también inquiría a mi Ayuntamiento acerca de si se habían dado cuenta de que en la ciudad de Zaragoza no existía ni una sola plaza pública ni parque con juegos y columpios para niños con diversidad funcional. Les comentaba que esos juegos y columpios existen y que si no sabían cómo eran, podían asesorarse en los colegios de educación especial de la ciudad, porque en ellos sí los hay. Me contestaron muy amablemente, no voy a negarlo. Me dijeron que pasaban la nota a la concejalía correspondiente y que allí seguro que tomaban buena cuenta de mi sugerencia. Cuenta no sé si habrán tomado. Hechos no ha habido ninguno, que yo conozca (Zaragoza es bastante grande).
Viene esto a cuento de que una de mis recientes alegrías ha sido que mi amiga Anamá Martínez, con la ayuda y colaboración de otra buena gente, ha conseguido que en la pequeña localidad entrerriana de San José, en Argentina, haya una plaza en la que TODOS los niños pueden jugar. Cuenta Anamá, muy contenta como es natural, que cuando se plantearon la necesidad de rehabilitar esa plaza ciudadana, la "Plazoleta de la Madre", entendieron que tenían dos cosas que hacer. Una procurar que la plaza respetase su historicidad y al tiempo se adaptase a las necesidades actuales de la población. Otra que acogiese realmente a TODAS las personas de San José que quisiesen disfrutar de esa plaza rehabilitada.
Anamá diseñó un proyecto muy hermoso, con sus parterres, su arbolado y plantas del país, sus caminos, sus zonas de juego. En estas zonas de juego incluyó columpios y elementos tanto para niños "convencionales" como para los que tienen diversidad funcional. Todos mezclados para que unos y otros puedan jugar juntos. Eso es muy importante. Explica Anamá, muy bien, todas las cosas que han colocado en la plazoleta para que jueguen los crios:
"Una serie de juegos que incluyen hamacas para niños convencionales, para bebés, dos trepadores, un gimnasio, un sube y baja y una calesita.
- - Areneros: incluimos en este sector de juegos, una excavadora para niños con discapacidad que puede ser utilizada por cualquier niño convencional; arenero común y el arenero adaptado para niños con espasticidad ( palitos).
- - Hamacas: se incorporarán cinco hamacas convencionales y una modificada para niños con movilidad reducida que también puede ser usada por niños convencionales
- - Tateti: es el juego integrador por excelencia pues junto a lo motriz se conjuga lo intelectual, dando una amplia participación a todos los niños.
- - Sube y Baja: convencional adaptado de acuerdo a modelos ya existentes.
La delimitación de la plazoleta ha buscado una integración amable con el entorno, a base de murales pintados y zonas verdes. También, por supuesto, se han realizado dos rampas de acceso para facilitar la llegada a la plaza a las personas que se desplazan en silla de ruedas.
Aunque no ha sido fácil llevar a cabo el proyecto, al final y “con la ayuda de la comunidad educativa de la Escuela Provincial Especial Nº 30 de Villa San José” y de “los obreros municipales, en especial los del taller de herrería y a los pintores que hicieron realidad mi sueño”, como dice la propia Anamá, la plazoleta es hoy un hecho real, un lugar para la vida cotidiana que otros seguimos anhelando y envidiando sanamente.
* Las imágenes corresponden a la Plazoleta de la Madre, en San José (Argentina), el pasado 3 de noviembre, el dia en que se abrió al público después de su rehabilitación.
(Añado el día de hoy, 24 de noviembre de 2006, que he enviado este mismo texto a mi ayuntamiento, al Ayuntamiento de Zaragoza. Vamos a trabajar para conseguir algo semejante en nuestra ciudad y ojalá otros lo puedan hacer en sus respectivas ciudades. Es simplemente una de las muchas cosas que quedan por hacer para concienciar a instituciones y vecinos de que la integración debe alcanzar a todos los aspectos de la vida cotidiana para que sea realmente integración, para que TODO SEA REALMENTE NORMAL).
8 comentarios
Luisa -
Un beso, y gracias por tu reflexión, de veras.
Ybris -
Habrá que insistir en que Violetas y Danieles son algo más que votos y que puede haber lugares públicos de los que ellos puedan participar.
Aunque yo no he visto nada de eso por Madrid habrá que empezar a moverlo.
Besos
Luisa -
Un beso.
Luisa -
¡Vamos a por el columpio! Como decía Anamá, llenemos el mundo de hamacas.
Un beso, y gracias.
Magda -
De estos lugares debería de haber muchos en todo el mundo.
Antonio -
Luisa -
Un beso.
lamima -
Pues nada: a dar mal en el ayuntamiento de Zaragoza. Me apunto a los correos pesados a su página web.
..pero que idea mas chula jolín..