Palabras mágicas
Ayer murió Marcial Blanco. Si algo puedo decir de él – y le conocía bien-, es que era un escritor frustrado. Aún más exactamente era un no escritor. Marcial tenía un sentido mítico de la escritura. Creía indubitadamente en el poder taumatúrgico de las historias. En el efecto que sobre las cosas y las personas podían producir las palabras. Se le ocurrían muchas historias, decía él. Tenía cantidad de pensamientos que pugnaban dentro de él, más o menos enmarañados. Le hubiera gustado comunicarlos. Pero no se atrevió nunca a escribirlos porque temía que si deshacía la madeja en que los tenía sujetos, los ordenaba, y los situaba sobre el papel, todos sus temores interiores se cumplirían. Y eso todavía le atemorizaba más. Así que nunca escribió ni una sola palabra. Tampoco hablaba mucho. Por si acaso. Sin embargo, hoy ya sé que no tenía razón. Si la hubiera tenido, Marcial Blanco no se hubiera muerto tan joven. En realidad, no se hubiera muerto nunca.
*La ilustración reproduce una obra de Marta Chapas © y tiene como título "Magia de la manzana"; viene desde esta dirección:
http://www.museosdemexico.org/img/fotos_exposicion/Magia%20de%20la%20manzana2.jpg
2 comentarios
Luisa -
Besos para ti.
Ybris -
Acaban sin poder recurrir a la palabra que les hubiese salvado.
Besos.