Sábado de primavera
Hoy, en Zaragoza, ha hecho un día luminoso, aunque tremendamente zarandeado por el cierzo. No es extraño el viento en la ciudad por esta época. Pero este año todo está un poco patas arriba: hace una semana estuve abonando, plantando y trasplantando en manga corta, y, sin embargo en los últimos días llegó incluso a nevar. Esta mañana de portentoso sol, ha llovido no obstante durante un rato. Aunque ese rato lo hemos pasado a cubierto, dentro del edificio espléndido y renacentista de la Lonja, donde tiene lugar hasta el próximo día 23 de abril una maravillosa exposición de piezas importantes del escultor arágones (y catalán de adopción), Pablo Gargallo. En esta ciudad estamos (o deberíamos estarlo por lo menos) acostumbrados a la presencia de Pablo Gargallo, pues no en vano contamos con un magnífico museo dedicado al escultor, instalado en el bello Palacio de Argillo, del siglo XVII que en estos momentos se está renovando. Pero la exposición aporta piezas de otros museos, de colecciones particulares y de la propia familia Gargallo, que completan fenomenalmente a las residentes en Zaragoza de forma habitual. Además la selección de piezas, su ordenación y colocación se han pensado muy bien, con mucho espíritu didáctico. Hemos disfrutado mucho. También con un excelente video en el que la hija de Pablo Gargallo, Pierrette, cuenta cosas muy interesantes del trabajo de su padre: sus obsesiones, sus herramientas, sus técnicas, su trayectoria en el contexto internacional del mercado del arte a lo largo de los años y de las circunstancias históricas. Es una pena que el catálogo, magnífico por lo demás, no haya incluido un cd con ese video en el que se nos muestra a Pablo Gargallo con una cercanía en la que pocas veces puede entrar el espectador. Ya digo que el catalogo es por lo demás espectácular, muy hermoso y muy bien hecho. Lo tengo aquí conmigo para mirarlo con calma.
De la Plaza del Pilar, nos hemos ido paseando, calle San Gil arriba, hasta la librería de Los portadores de sueños. Fernando ha comprado un libro de Juan Antonio González_Iglesias, -"Eros es más"-, un poeta que estuvo hace unos días en Zaragoza y que le gusta ya mucho, y yo me he encontrado allí, en la librería, con Carol, una antigua -pero muy joven- compañera de trabajo, que ahora vive en Madrid. Ha sido un gratísimo y conversado encuentro, mientras Eva, de los Portadores, charraba con Fernando de poesía y de lo bien que se "tapea" en El Circo, ese bar de toda la vida de la calle Blancas, que tiene una inigualable ensaladilla rusa y una incitante tortilla de patata, y que siempre está lleno y que cae al lado de la librería.
Aún nos ha dado tiempo de ir al vivero. Queda mucho trabajo todavía para conseguir que mis tiestos se sientan a gusto en la primavera y el duro verano zaragozano. Abono, tierra nueva, y dos o tres plantas, que se han convertido, inevitablemente, durante el paseo por el vivero, en unas cuantas más, era lo que necesitaba traerme de Jara, un vivero que, supongo, tiene los días contados en su actual ubicación, porque se está quedando en el corazón de la ciudad, al lado de la nueva estación intermodal, la nueva zona de la Milla Digital, los aledaños del nuevo Pabellón-puente sobre el Ebro : unos terrenos demasiado golosos, me temo. Hemos vuelto a casa llenos de arte, poesía y flores, pues.
Ahora estoy en casa; el trabajo manda. Pero no dejo de acordarme todo el tiempo de que, mientras tanto, Lluis Llach está cantando su último concierto en su pueblo natal de Verges, en el Ampurdán. Menos mal que ha dicho que aún terminará el trabajo inconcluso que emprendió con Marti i Pol y que habrá, por tanto, un último disco que está por venir. Pero eso no me consuela, sin embargo. No se lleva esta "basurilla" que me ronda por el estomágo y los ojos. Y, conociendo la fama de coherente y tozudo del cantautor catalán, seguro que intenta cumplir su propósito, de lo cual yo no dejaré de lamentarme. Para que se entienda un poco por qué, remito a un texto que sobre el disco "Poetes" deje números atrás en El Cronista de la Red -lo enlazo más abajo- y os dejo también un enlace a unos segundos de su música
Un texto sobre Pablo Gargallo en El Cronista de la Red
Un texto sobre el Palacio de Arjillo, sede del Museo Gargallo de Zaragoza, en el Cronista de la Red
Algunos datos sobre la Lonja de Zaragoza
La página de Los Portadores de Sueños
El texto sobre Lluis Llach en El Cronista de la Red
10 comentarios
Luisa -
lamima -
Luisa -
Luisa -
El Museo de Pablo Gargallo en Zaragoza está ahora cerrado, creo que hasta el año que viene (lo acaban de cerrar). Van a ampliarlo y remoderlarlo. Es un museo excepcional: tiene mucha obra de Gargallo, piezas de las mejores del escultor, y está ubicado en un palacio del XVII, en el mismo centro de la ciudad, pero rodeado de un especial silencio. Es una visita de lo más placentera siempre. He oído que aprovechando el cierre y para que las piezas no se queden embaladas sin más, el Museo ha organizado una exposición que va a recorrer varias ciudades de España.
Gargallo no sólo me gusta formalmente. Me emociona de un modo que no sé explicar muy bien. Me parece un escultor todavía muy poco valorado. Tuvo mala suerte.
En cuanto a Llach... casi toda la vida. Menos mal que están los discos. Pero ahora cuando los oiga van a tener un añadido de cierta tristeza. Inevitablemente.
Besos, besos.
lamima -
Que día mas hermoso entre esculturas, letras, amigos y plantas. Para eso deberían ser siempre los fines de semana!
Besos y a empezar con buen pie.
Ybris -
Un paseito por Zaragoza iba pensando yo cuando aludía a Pablo Serrano en mi entrada hoy (creo que tiene un museo en Zaragoza) y no era capaz de saber con exactitud si el busto de Machado que hay en mi barrio es copia u original (creo que el original -arrinconado por la censura franquista desde 1966- está en Baeza desde 1985).
Y luego Llach con enlaces y recuerdos... Toneladas de emoción ante su retirada y más todavía tras leer tu cita en el "Cronista de la Red", sobre todo por lo que él (y Raimon) significaban para muchos en los tiempos de la dictadura.
Muchos besos
Luisa -
Luisa -
Marisa -
Fernado, eres un cascarrabias.
Besitos, hermosos.
Fernando -