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Poetizando - 11 (Atardecer)

Poetizando - 11 (Atardecer)

Este es el cielo del atardecer de ayer en Zaragoza.

 

 

Cada atardecer, rosas

sobre el río.

Vengo

de ti y respiro

el aire que es corteza

y es savia verde golpeando

en los ojos, pegado

al paladar.

 

Cuando empuje la noche

no tendré miedo.

Contra el cristal la luna

reclamará su sitio,

pero mi mano puede

acariciar su lomo

y dominarla.

 

Cada amanecer, rosas

sobre el río.

Vengo

de ti y camino

por la tierra y la piedra:

el pájaro en las azoteas

no ceja de cantar

y es libre.

12 comentarios

Luisa -

Era un incendio bellísimo. Gracias por visitar el blog, Oliveira. He visto tu sitio, pero blogger no me deja poner comentario de momento.

oliveira -

si supieras lo mucho que me gustaría estar allí, respirando ese incendio...
.

Luisa -

Gracias, Leo. Ya he visto tu blog. Toda una muy buena sorpresa.

leo -

Muy bello el poema.

Luisa -

Muchísimas gracias, Ybris, por tu visita, tu comentario y tu estupenda recreación: me gusta mucho. Te devuelvo muy sinceramente el cumplido: tu blog, que me recomendó muy acertadamente Fernando S., es un sitio magnífico y lleno de buen hacer. Un abrazo.

Ybris -

Una agradabilísima sorpresa tu blog.

He leído despacio, muy despacio y repetidamente, tu poema contra tu foto.
Precioso.

Contigo, aunque de mí venido,
he respirado el aire de la tarde -corteza y savia verde-

Contigo, aún de noche y sin miedo, he acariciado el lomo de la luna.
Dentro de un poco amanecerá
y desde ti vendré
a caminar por tierra y piedra.

El pájaro que cante entonces
no cejará en su canto en todo el día.
Y hoy, conmigo, será un poco más libre.

Te seguiré leyendo.
Gracias por tu visita.

Besos.

Shangri-La -

En fecha 2 de octubre de 2006, zarpó de puerto desconocido una embarcación sin bandera que la identifique: SHANGRI-LA. DERIVAS Y FICCIONES APARTE.

Luisa -

Uvas masticadas una a una... u oloroso vino derramado.

Marisa, me alegra de que el poema transmita esa vitalidad. Sobre los cielos de la ciudad, tienes razón: Goya los conocía bien; el valle tiene una luz muy personal. Gracias por venir y por tu comentario.

Marisa -

Este poema es una inyección de vitalidad y a la vez delicadeza.
Sí esos cielos, que tanto nos fascinan, también los he visto en las pinturas de Goya

Fernando -

Racimos de rojas uvas se desprenden de la tarde, saber comerlas de una en una, hay esta el arte.

Luisa -

Muchas gracias, Magda. Los atardeceres en nuestra ciudad, sobre todo en la franja que atraviesa el río Ebro, suelen ser muy espectaculares, de una belleza perturbadora y excesiva.

Magda -

Que hermosa imagen, Luisa, y vaya poema más bonito. Que maravilla guardan las palabras, sean dichas o mostradas a través de una imagen.