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Lluvia muy menuda./ Modo de andar con pasos cortos y contoneándose (R.A.E.)

Pirene

Pirene

       

 

               La leyenda clásica sobre Pirene y Hércules es de sobra conocida. Pero recontada, así al lado de la imagen, tomada hoy mismo, de las montañas a las que se refiere, parece que cobra un aliento si cabe más hondo.

            La leyenda la recreó de forma magnífica y preciosista Chema Lera. Así que me atrevó a acercaros el texto que Chema ya publicó en su día en la revista Elfos, que él editaba - y digo editaba porque hace ya un tiempo que al parecer sus muchas tareas de ilustrador no le dejan tiempo en demasía. Confío en que pueda seguir haciéndolo, porque  ahí están un buen puñado de buenos relatos e historias fantásticas a las que les gustaría crecer. La de Gerión, Pirene y Hércules la contaba Chema así:




                "En aquel tiempo en el que las brumas del olvido cubren cualquier atisbo de luz, en la vieja península ibérica floreció un lejano reino, Tartessos, cuyas fronteras besaban sin pudor las costas de Africa. El reino de los dioses, al Oeste del mundo, abría entonces un balcón por el que contemplaban las ricas historias que sucedían en aquellas tierras. Una de ellas alcanzó tal fama que sus ecos llegan aún hasta hoy, y a la par, constituye la herencia más antigua de la mitología hispánica. Es la historia de Gerión, también llamado Gritón, el héroe de las tres cabezas.

            Gerión. ©Chema Lera. Pulsar para ampliarSu abuela fue la gorgona Medusa, hija del Mar. Cuando Perseo le cortó la cabeza, de la sangre de Medusa nacieron Pegaso y Crisaor, que fue su padre. Gerión reunía en su persona la excelencia de la Trinidad: tres cabezas, tres mentes capaces de alcanzar las cotas más altas de la sabiduría. Bajo la tríada de las testuces, tres poderosos torsos armados cada uno con dos brazos como troncos de árbol lo hicieron invencible en la batalla. Además de su monstruosa figura, Gerión tenía también alas, pues los dioses habían pensado que tres cuerpos eran demasiado lastre para sólo dos piernas, y lo habían concebido alado cual ángel.

            Apenas necesitaba otras fuerzas de infantería o caballería para vencer a sus enemigos. Desde el cielo, una sombra amenazante descendía de repente, arrasando a las hordas que huían despavoridas sólo con verlo. Era realmente temible: uno de los cuerpos portaba un arco y lanzaba dardos a tanta velocidad desde las alturas que antes de comenzar la lucha cuerpo a cuerpo ya había ensartado a un buen número de asombrados guerreros, que no esperaban tal tormenta de flechas.

            Después, sin necesidad de posarse en el suelo, aprovechando la acometida del descenso como un halcón cazador, con otro de sus cuerpos, Gerión blandía una larguísima lanza, y era capaz de atravesar no uno, sino varios pechos enemigos. Pero cuando realmente aparecía asombroso su poder era en el combate con espada, pues eran seis afiladas hojas las que blandía al tiempo, tres espadas y tres dagas que sajaban a los oponentes sin que supieran por dónde caían los mandobles.

            Muchos asesinos trataron de acabar con su vida a traición, pero nunca pudieron cogerlo desprevenido, siempre tenía una de sus cabezas despierta y alerta, mientras otra dormía y una tercera estudiaba. Por ello no es de extrañar que se convirtiera en uno de los reyes más poderosos de la tierra conocida. Su reino estuvo formado por las tres islas del delta del río Guadalquivir, y ocupaba la actual ciudad de Cádiz, en España. En él floreció la riqueza: abundaban el oro, las viñas y los olivos.

            Su fama se extendió por el Mediterráneo y llegó hasta la Hélade, y uno de sus héroes, Heraklés, o Hércules, recibió la misión de robarle una de sus posesiones más valiosas: un rebaño de rojas vacas y bueyes maravillosos. Al cargo de la manada, Gerión había colocado a dos seres de confianza, un pastor y la perra llamada Aurora, que, como él, había nacido con tres cabezas, y, lógicamente, con las consiguientes fauces llenas de temibles caninos.

            No se amedrentó Heraklés ante ellos, y combatió con fiereza, y los venció. Pero Gerión tuvo conocimiento de ello. Ciego por el ansia de venganza, se elevó por encima de las nubes, tratando de atisbar a Heraklés en su huída por la costa mediterránea. El griego se había ocultado bajo una encina, y la carrasca le dió cobijo, permitiéndole cargar en su temible arco una flecha envenenada con la sangre de la Hidra. Apuntó cuando la sombra de Gerión sobrevoló por encima de la copa del árbol bajo el que se ocultaba, y disparó con certera puntería.

            El venabló entró hiriendo el costado izquierdo de uno de los torsos de Gerión, pero no se detuvo allí, y la punta envenenada fué perforando tejidos, ascendiendo por el segundo torso, atravesando su corazón, alcanzando el tercer cuerpo y saliendo por fin por el hombro derecho. Los rostros de Gerión se miraron entre sí, incrédulos, antes de precipitarse sus cuerpos como un torbellino de aves heridas, sobre una de las islas de su reino, y las tierras se tornaron rojas, y en ese lugar creció un drago que aún hoy se yergue en la ciudad de Cádiz. Pero del destino oscuro traído por Heraklés no terminó aquí, y el mal hado siguió sembrando desgracias por la antigua tierra de celtas e iberos.

La Tragedia de Pirene

            Heraklés continuó su camino, bordeando la costa hasta llegar a lo que hoy conocemos como los montes Pirineos, pero en aquél tiempo aún no existían. Borracho por la alegría del triunfo sobre Gerión, Heraklés aceptó la hospitalidad de un señor de aquellas tierras, llamado Bébrix. Bebió el potente licor de uvas que aquellas gentes destilaban, tradición que aún continúan en nuestros días, y el vino llenó su corazón de deseo, y cubrió su mente con las gasas de la alegría, y Heraklés no pudo evitar los accesos del amor hacia Pirene, una ninfa hija de Bébrix y una diosa de las aguas.

            Se amaron en la noche tibia, bajo las constelaciones de plata aún innombradas en aquellos tiempos, pero cuando el sol irrumpió hilando el azul del mar con el del cielo, Heraklés olvidó sus palabras de enamorado, y siguió su camino, y Pirene lloró en silencio, y las uñas del engaño le desgarraron el corazón.

            Cuentan las viejas leyendas que de aquella unión impetuosa nació tras sólo un día de gestación un terrible engendro de la naturaleza, una serpiente gigantesca que la propia Pirene convirtió en piedra antes de suicidarse, y la serpiente fue la cordillera que hoy llamamos Pirineos.

            Pero otros ancianos sabios contaron otra historia. Dijeron que Pirene no pudo soportar el desplante de Heraklés, y se mató, incinerándose en vida, al igual que antes se había incendiado su corazón, y la columna de humo llegó hasta el cielo, ensombreciendo los pasos del héroe.

            Cuando éste la vió, comprendió su error, y regresó sobre sus pasos, pero no llegó a tiempo de ser perdonado, y con aquellas enormes manos tantas veces manchadas de sangre, Heraklés levantó temblando de amor el cuerpo sin vida de Pirene, y lo depositó en el mismo lugar en el que habían sido amantes, y sobre ella arrojó una tras otra, enormes rocas, para construir un mausoleo que nunca pudiera ser olvidado, y construyó una cordillera de montañas inaccesibles, y las llamó Pirineos, en recuerdo de la bella ninfa ibérica que murió, orgullosa, por culpa del despecho de un héroe heleno.          (El texto de Elfos está aquí). © 2007 Chema Lera.


 

 

 



Las maravillas del arte mudéjar (I)

Las maravillas del arte mudéjar (I)

             

            Ayer se presentó en la sede de las Cortes de Aragón, que es el hermoso palacio musulmán de La Aljafería, transformado por aportaciones de épocas posteriores, un proyecto que me ha parecido tremendamente interesante por demás y también muy bello.  Se llama “Proyecto Mudéjar para la Tecnología, el Arte y la Música, y supone la creación de obras musicales basadas en la arquitectura y en las estructuras geométricas utilizadas en la construcción de las torres mudéjares de Aragón.  Se trata de una técnica desarrollada por los investigadores José Ramón Beltrán y Miguel Ángel Varona que convierte en un sistema numérico-matemático los ornamentos y estructuras arquitectónicas de las torres mudéjares de Aragón. El análisis de las distintas formas y simetrías que dan lugar a los elementos decorativos de las torres se convierten en sonidos y generan melodías que después se trasladan a partituras musicales.


          Se explica el proyecto de forma resumida, pero bastante completa, en el blog del programa Borradores, un espacio cultural dirigido por el escritor y periodista Antón Castro en Aragón Televisión. A lo mejor vuelvo sobre él más adelante. Pero ahora,  prefiero hablar un poco del mudéjar aragonés en sí mismo, un arte único en todo el mundo – y no es para nada exagerado el decirlo. El texto que sigue fue ya publicado en los números dos y cinco de El Cronista de la Red y se refiere a algunas de las manifestaciones del mudéjar en las ciudades de Teruel y Zaragoza. Lo haré en varios posts, como hicimos con el ya famoso y bloguellonero retablo mayor de Tauste. Para no cansar mucho. Y advierto, no obstante, que el arte mudéjar no se limita ni mucho menos a estas dos ciudades: numerosas localidades de Aragón cuentan con estupendos ejemplos de este tipo de arquitectura.




 

 

              El arte mudéjar aragonés, y en particular el conjunto conservado en la ciudad de Teruel, constituye sin duda uno de las más importantes y originales manifestaciones del arte hispánico. Baste recordar que el mudéjar turolense ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

             Es igualmente un fenómeno único en la historia del arte español y, como bien se ha reiterado muchas veces, expresión de una sociedad donde conviven cristianos, judíos y musulmanes.

              De hecho, el término "mudéjar" proviene del vocablo "mudayyan", que quiere decir "aquel a quien se le ha permitido quedarse".En este sentido, el de la convivencia cultural, el legado que representa el arte mudéjar sigue evidentemente en plena vigencia. Pero también puede considerarse muy próximo a nosotros un sistema de trabajo fundamentado en materiales como el ladrillo - la rejola aragonesa- o el yeso -el aljez- autóctonos y de plena actualidad hoy en día.

               La decoración, componente primordial en el mudéjar al igual que en el arte islámico, se basa en la reiteración de elementos sin solución de continuidad, sin límite espacial, y se construye también a partir del ladrillo, además de los elementos cerámicos característicos. La sensación que producen en el espectador estos conjuntos decorativos no se aleja en esencia de la de algunas de las fórmulas más decorativas y abstractas del arte contemporáneo occidental, aunque los presupuestos estéticos de partida sean tan distintos. En definitiva, el arte mudéjar es una expresión artística anticlásica.

              Así pues, el espectador actual puede abordar la comprensión del mudéjar desde ambas perspectivas, estrechamente enlazadas entre sí: la de su contextualización y valoración históricas, y la de su cercanía a nuestra sensibilidad.

              En la ornamentación destacan los arcos entrecruzados -medio punto, mixtilíneos o lobulados, según la época- y las piezas de cerámica como platos, discos, fustes y azulejos.

                La gran versatilidad y capacidad de asimilación formal del arte mudéjar es otra de las notas que lo acercan a nuestra manera de entender la expresión artística, y en concreto la arquitectura. El mudéjar incorpora también elementos decorativos cristianos, aunque los interpreta con un tratamiento islámico. Asimismo, la estructura de las torres mudéjares aragonesas -en almínar con cuerpo de campanas cristiano superpuesto- es reflejo de esa facilidad de asimilación y de la complejidad de la sociedad que las creó.

               El arte mudéjar aragonés surge a lo largo del siglo XIII, y pervive de forma paralela al románico, gótico y renacimiento en el arte cristiano, y a las etapas de taifas, almorávide, almohade y nazarí y en el hispanomusulmán. No obstante, huellas de su importancia se encuentran en edificios más tardíos, sin olvidar la tendencia arquitectónica historicista que intentó recuperarlo de alguna manera en los comienzos del siglo XX.

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              Torre de la Catedral de Teruel

             Se conoce la fecha de su construcción por la Relación de los Jueces de Teruel, inserta en el Libro Verde de la ciudad. Se levantó este impresionante monumento durante la judicatura de don Juan de Montón, esto es, entre los años 1257 y 1258, por lo que la Torre de la Catedral se considera la más antigua de todas las torres mudéjares turolenses, y es, por ello, un arquetipo de las tres restantes, que repiten su misma disposición.

              La Torre de la Catedral se halla adosada a los pies de la iglesia de Santa María de Mediavilla, actual catedral de Teruel. Se trata de una construcción de planta cuadrada, geometría que imitan las demás torres, al igual que otra particularidad: presenta la parte baja abierta en un gran arco apuntado, como si fuera una torre-puerta que se abre para dejar pasar por sus bajos el trazado de la calle.

              Su estructura interior iba originalmente dividida en estancias cubiertas con un techo plano de madera y comunicadas por escalas también talladas en madera. En el exterior, los muros están construidos en ladrillo, con algunos elementos de piedra sillar, y decorados profusamente con coloristas aplicaciones de cerámica, constituyendo ésta una de las características comunes de las demas torres mudéjares.

             Entre los elementos constructivos de raigambre románica, cabe señalar las ventanas en arquivoltas de medio punto, así como los arcos de medio punto del cuerpo superior de campanas, que presenta dos series de vanos superpuestos. Frente a ello, otros elementos son de clara filiación islámica, como los frisos de arcos de medio punto entrecruzados, que tienen su precedente en la puerta de la mezquita del Castillo-Palacio de la Aljafería de Zaragoza; los recuadros en alfiz que enmarcan las ventanas abocinadas, así como los frisos de ladrillos puestos en esquinilla, cuyos entrantes se llenan con fustes de cerámica.

            La nota más particular es la decoración de cerámica mudéjar, la más antigua de España, procedente de la de Paterna, con colores verde y morado, obtenidos con óxido de cobre y de manganeso, respectivamente. Esta cerámica vidriada presenta tres formas distintas: discos o platos, fustes y azulejos en disposición romboidal, que contribuyen con su alegre brillo a rebajar visualmente el peso material del muro.

              (Continuará...)

             *Las imágenes corresponde a un friso de decoración y a la catedral de Teruel. Fueron realizadas por Miguel Angel Latorre © 2007.

 

             

Cerne

 

           Se dice de lo que es sólido y fuerte. Aplícase especialmente a las maderas. / Parte más dura y sana del tronco de los árboles, que se prefiere para las artes y construcciones de importancia (R.A.E.)

 

 

Erik Satie: Le roi des Haricots

Erik Satie: Le roi des Haricots

 

 

 

             Hace unos días compré en "Los Portadores de Sueños" un libro que me gusta mucho: "Memorias de un amnésico y otros escritos", que recoge una serie de textos del músico normando Erik Satie, cuya obra igualmente me gusta mucho. No la conozco a fondo. Pero me lo propongo: ir poco a poco encontrando piezas. Quiero hacerlo un poco al azar, buscándolas, pero igualmente dejándome sorprender. Hay mucha música de Satie, a parte de las conocidas Gymnopédies y Gnossiennes, que son indudablemente una maravilla. La música de Satie, aunque aparentemente simple, me parece difícil de entender. Es casi siempre una voluntaria abstracción, muy evocadora, pero abstracción sonora, al fin y al cabo. Por eso quiero traer un parrafo de estas "Memorias de un amnésico y otros escritos" que explica muy bien el concepto que de su propio trabajo tenía el músico (aunque hay que tener en cuenta que a Satie le gustaba jugar con casi todo).



         " Todo el mundo les dirá que no soy un músico. Es verdad, desde el principio de mi carrera me clasifiqué enseguida entre los fonometrógrafos. Mis trabajos son pura fotométrica. Si se cogen "Fils des Ëtoiles", o "Morceaux en forme de poire", "En habit de cheval" o "Sarabande", se verá que ninguna idea musical ha guiado la creación de estas obras. La reflexión científica es lo que domina.

         Por lo demás, me lo paso mejor midiendo un sonido que escuchándolo. Con el fonómetro trabajo alegre y seguro.

         ¿Qué no habré pesado o medido? Todo Beethoven, todo Verdi. Es muy curioso.

         La primera vez que utilicé un fonoscopio, examiné un si bemol de tamaño medio. No he visto nunca, les aseguro, cosa más repugnante. Llamé a mi criado para lo que viera.

         En la fonobáscula, un fa sostenido ordinario, muy común, llego a 93 kilogramos. Procedía de un tenor muy gordo al que pesé.

         ¿Conocen ustedes la limpieza de los sonidos? Es bastante sucia. El hilado es más limpio; saberlos clasificar es minuciosísimo y requiere buena vista. Estamos en la fonotécnica.

         En cuanto a las explosiones sonoras, a menudo tan desgradables, el algodón, tapando los oídos, las amortigua bastante bien. Estamos en la piro-fonía.

         Para escribir mis "Piéces Froides" utilicé un caleidófono grabador. Tardó siete minutos. Llamé a mi criado para que las escuchara.

         Creo poder afirmar que la fonología es superior a la música. Es más variada. El rendimiento económico es mayor. Le debo toda mi fortuna.

         En todo caso, en el motodinamófono un fonomensor mediocremente experimentado puede, fácilmente, registrar más sonidos que el más hábil músico, en el mismo tiempo y con el mismo esfuerzo. Gracias a ello he escrito tanto.

         El porvenir está, pues, en la filofonía. "



Erik Satie: "Memorias de un amnésico y otros escritos". Ediciones Ardora, 2005, que ya lo había editado en 1994, recuperando la primera edición en castellano realizada por Fugaz Ediciones en 1989. Absolutamente recomendables la presentación de Llorenç Barber y la introducción de Loreto Casado, también traductora.



         Cuando viajamos a Normandia hace tres años, pasamos unos cuantos días en Honfleur, localidad natal de Satie. Su casa está preciosamente guardada y convertida en un estupendo, acogedor y divertido museo. Recupero un post que escribí al principio del blog recordando aquella estancia y lo completo arriba con la foto del puerto maravilloso de Honfleur que utilicé entonces:



                La música de Erik Satie me aletea en el estómago. A ratos me corta la respiración y luego me devuelve a la tranquilidad más clara que conozco. Escucho a Satie y Honfleur en mi memoria es como el lugar al que siempre se podría volver si quisiera detenerme un tiempo, si quisiera recuperar un lugar donde se cruzan los vientos y los tiempos.

               Estuve en Honfleur, la ciudad natal de Satie y donde se puede visitar su casa (hoy museo) hace dos años. Los días más largos que he podido vivir los he vivido en Normandía, pues el sol no se ponía hasta más allá de las once de la noche. Esos anocheres espectaculares sobre el oceáno Atlántico eran de una belleza tan brutal que casi hacía daño. Esa luz, dignificadora del paisaje y de las arquitecturas, fue la que cautivó a los impresionistas. El puerto de Honfleur sigue siendo un lienzo impresionista.

             Por el contrario, la casa-museo del músico Erik Satie es acogedera como una juguetería -¿te acuerdas, Raquel? -. De dimensiones encorvadas hacia adentro, como todas las casas tracionales de la villa -y más aún si eran de pescadores- la casa aparece llena de curiosos artilugios e inventos del músico, tan surrealistas como algunos de sus arpegios, tan dadaístas como muchas de sus notas-suspiros. Mientras la recorríamos, sobrevolaban las paredes las Gymnopedies y las Gnossiennes y otras piezas que ya no reconocía tan bien, pero que me fascinaban igual y que poco a poco ahora voy recopilando. Era como estar dentro un travieso agujero negro en el que nostalgia y alegría anduvieran revueltas y en fusión.



        He intentado incluir en el post una grabación desde "Evoca.com": o yo soy torpe -que es posible- o blogia no soporta el código que genera este sitio para pegar las grabaciones a los blogs. En fin, os remito a una de las muchas páginas donde se puede encontrar música de Erik Satie: Last.fm, por ejemplo. Ahí está la pieza que da título al post: Le roi des Haricots.

(*Además de las varias interpretaciones "clásicas" que existen de la música de Satie, es muy recomendable la versión jazzistica de Jacques Loussier Trio.)



Cincomarzada

Cincomarzada

 

 

                        En muchas ocasiones las costumbres ciudadanas de una determinada comunidad se transmiten y establecen sin que al cabo uno sepa muy bien por qué se produjeron. Con las celebraciones ocurre lo mismo. El origen de las fiestas se pierde en la historia y sólo se conserva la forma exterior, que se ha convertido en la razón de ser de la celebración, olvidado ya el hecho que la provocó. Eso sucede en gran medida con la fiesta de la Cincomarzada, en Zaragoza, que se celebra hoy, cinco de marzo -lógicamente-, y es "una fiesta de guardar" de carácter local. Actualmente es una fiesta que se manifiesta en la reunión de la gente en un espacio abierto de la ciudad para hacer una comida al aire libre y organizar algunos actos ciudadanos, que también tiene lugar por el centro histórico de la ciudad. Pero si se pregunta a los habitantes de Zaragoza, hay muchos, muchos, que no saben exactamente a qué alude la fiesta de hoy. Una buena parte la cree relacionada con algún acontecimiento de la lucha contra la invasión francesa. Pero lo que realmente se conmemora es el levantamiento de la ciudad contra el ejército carlista, que pretendía apoderarse de ella, en 1838. Tomo la siguiente explicación de la voz "Cincomarzada" de la Gran Enciclopedia Aragonesa, que remite al texto de Eloy Fernández Clemente y Carlos Forcadell: Estudios de Historia Contemporánea de Aragón; Zaragoza, 1978

                  "Desde 1838, cada 5 de marzo se ha celebrado en Zaragoza una fiesta de carácter popular, con la especial característica de haber resultado con el tiempo un paradigma de la situación política, por cuanto el origen liberal y progresista de la jornada ha hecho que la festividad se oficialice y magnifique en épocas de libertades, reduzca discretamente su presencia en otros tiempos, desaparezca entre 1936 y 1976, y se vuelva a restaurar con paulatina intensidad a finales de los 70. La noche del 5 de marzo de 1838 entraban las partidas carlistas de Cabañero en Zaragoza y la reacción popular desbarató una acción que hubiera cambiado el curso de la guerra, rememorando las gestas que caracterizaron la defensa urbana de 1808. Otro 5 de marzo, el de 1820, se proclamó en la Plaza Mayor la Constitución de 1812, y se procedió a elegir una Junta Superior del Reino de Aragón. La titulación de «siempre heroica» se añadió al escudo de la ciudad tras los sucesos de 1838.En los años siguientes el Ayuntamiento constitucional de Zaragoza declaró festivo el aniversario y lo conmemoró oficial y solemnemente. En 1843 el péndulo de la historia de España lleva al poder a los moderados, y a partir de este momento desaparece la conmemoración oficial. Los zaragozanos, habituados a la celebración, deciden no renunciar a la misma y el 5 de marzo comienza a proyectarse espontáneamente como una salida colectiva al campo y a los alrededores de Zaragoza de gran número de ciudadanos, que acudían a la arboleda de Macanaz y a las orillas del Gállego bien provistos de yantares y bebidas. Aquí nace la tradición que se repetiría durante muchas décadas.Durante el Bienio Progresita (1854-56), la jornada vuelve a ser celebrada oficialmente, y la ciudad vuelve a integrarse en la fiesta. De la misma manera, el día es declarado fiesta cívica entre 1868 y 1874, y particularmente celebrado por los medios oficiales. Durante la Restauración sigue siendo día festivo generalmente, y de cualquier manera queda asentada la costumbre de salir a merendar a los alrededores de Zaragoza. Ya en el siglo xx, el Cabezo Cortado, Buenavista, La Almozara, la Estación de Utrillas..., se añaden a los habituales lugares de celebración, consecuencia lógica de la expansión de la ciudad hacia el sur: los tranvías van llenos de excursionistas y el tío Toni cruza el Ebro sin parar. La blanda dictadura primorriverista no supuso ningún corte en la fiesta, y el primer cinco de marzo republicano alcanzó tonos muy destacados. Durante la República, perdida ya en gran medida la memoria del origen de la fiesta, la diferenciación social se traduce por los lugares sobre los que las distintas clases sociales muestran su preferencia.E1 4-III-1937, el Ayuntamiento acuerda suprimir oficialmente la fiesta, que durante la guerra civil, y hasta 1977, no se vuelve a celebrar, del mismo modo que la calle Cinco de Marzo pasa durante estos cuarenta años a denominarse Requeté Aragonés. En 1977 comienza una discreta recuperación de la fiesta, en su forma tradicional de salida al campo próximo a la ciudad, y en 1979 el primer Ayuntamiento democrático devuelve el nombre a la calle que conmemora la histórica jornada.

             En 1981 el ayuntamiento de Zaragoza recuperó definitivamente la fiesta con la ayuda de las comisiones de festejos de los barrios, peñas, asociaciones de vecinos y otras asociaciones ciudadanas; aquel año se enlazó con las fiestas de carnaval. Desde entonces se vienen celebrando en el Parque del Tío Jorge en el barrio del Arrabal y es una jornada eminentemente lúdica y reivindicativa. Peñas, grupos políticos y asociaciones sociales instalan barras que aprovechan como espacio informativo de sus actividades. Los zaragozanos colman el parque en un día de convivencia y fiesta, en el que se preparan los típicos ranchos y carne asada. Durante toda la cincomarzada se puede disfrutar de pasacalles con cabezudos y música tradicional, verbenas, grupos de animación de calle, charangas, etc. Tal es la participación popular, que en 1999 se abrió un debate para trasladar la fiesta de lugar, puesto que cada año se repiten las quejas vecinales motivadas por el estado de suciedad en que queda el parque tras la fiesta, A pesar de que también se celebra en otros lugares como Casetas o el parque del barrio Oliver (lo que evita que la aglomeración de gente sea mayor) el «tirón» popular que tiene esta tradición hace pensar que el parque del Tío Jorge va a seguir siendo el escenario de la cincomarzada durante muchos años más."



(Este año la fiesta ha cambiado de escenario, por hallarse el parque del Tio Jorge en renovación. Se celebra en el Parque de Oriente, no sin polémica de nuevo).



* La imagen representa  el Cartel conmemorativo de los hechos acontecidos en 1838 realizado por el diseñador Alberto Gamón y editado por el Centro de Historia de Zaragoza (Ayuntamiento de Zaragoza) dentro de una serie de postales



Pan de Oro cruza el charco

Pan de Oro cruza el charco

 

        Sigo con mucho interés la revista literaria digital Letralia desde hace tiempo. Siempre me ha parecido una iniciativa de mucho aliento y envergadura. Después de una época de incertidumbre, resurgió con más empuje hace dos o tres años, si mal no recuerdo. Detrás de su capacidad de acogida y análisis de la realidad literaria hispanoamericana está su editor, Jorge Gómez, que mantiene desde Venezuela un puñado de actuaciones literarias y culturales, entre ellas su propia página web y un blog, que también me gusta y que recomiendo (está en mis enlaces). Tenía pendiente la revisión del último número de Letralia, y en la placidez de esta noche, entre el  tranquilo Mediterráneo de esta casi adelantada primavera y la luna eclipsada, he encontrado la sorpresa de que en ese último número aparece una bonita y generosa reseña de Pan de Oro en la sección "El regreso del caracol". Muchas gracias, pues a Jorge Gómez y a sus compañeros de Letralia.

 

Tierras de Frontera

Tierras de Frontera

 

 

 

             Esta mañana ha abierto sus puertas "Tierras de Frontera", una exposición que refleja la evolución histórica y social de Teruel y Albarracín entre los siglos XII y XVI. La muestra tiene tres sedes: la Iglesia de Santa María, en Albarracín; y en Teruel, la Iglesia de San Pedro y la Catedral. En cada una de ellas se exhibirá, hasta el 30 de junio, un aspecto concreto de la vida, la historia y la sociedad de estos territorios desde la Edad Media.

             La exposición muestra más de trescientas piezas procedentes de más de sesenta museos e iglesias de toda España. Entre las piezas expuestas hay retablos, pinturas, esculturas, elementos decorativos, muebles, objetos de culto religioso, etc. La exposición se completa con proyecciones audiovisuales que explican el contexto de cada sección.

              La exposición pretende mostrar la realidad de Teruel y Albarracín desde su fundación. Estos territorios fronterizos, limítrofes, fueron escenario de numerosos combates, de luchas entre ejércitos, pero también de encuentros e intercambios culturales aún visibles. Gentes de distinta procedencia y cultura compartieron tiempo y espacio en ambas ciudades y dieron lugar a una sociedad diversa y plural.

                "Tierras de Frontera" arranca en el momento en que Alfonso II proclama la villa de Teruel. Este acontecimiento ordena las diferentes secciones que se pueden ver tanto en la Catedral, como en la Iglesia de San Pedro. Secciones que abarcan desde las manifestaciones sociales y culturales de la época, como la vivencia de la fe religiosa o la vida cotidiana de los turolenses entre el siglo XII y el XVI.

                    Por otro lado, en la sede de Albarracín se muestra la historia de la ciudad desde su existencia como reino de taifa musulmán, a su trayectoria como reino independiente cristiano o la importante historia del episcopado de Albarracín. En la Iglesia de Santa María se muestran objetos de la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad en distintos periodos históricos, pero también arte sacro o documentos históricos, como el Códice Forum Albarracín, datado en el siglo XIII.



                    [Enhorabuena a José Antonio Melendo que ha hecho las fotos para folleto, catálogo y audivisual que acompañan la exposición. Una de ellas ilustra este post y corresponde a uno de los muchos y espléndidos motivos del magnífico artesonado  de la techumbre de la Catedral de Teruel, maravillosa edificio mudéjar que alberga un retablo mayor renacentista de Gabril Joli que quita el sentido]

 

 

Soy Julia, de Antonio Martínez

Soy Julia, de Antonio Martínez

 

 

 

                 Hace unos tres o cuatro años leí "Soy Julia", de Antonio Martínez. Lo compré por lo que contaba su reseña. Lo compré porque su autor había intentando meterse en la piel de su hija, que en el momento en que el autor acomete la escritura de su libro tiene casi dos años. A Julia, con una lisencefalia que le produce una gravísima discapacidad, los médicos le auguraron una esperanza de vida de dos años, por lo que cuando Antonio Martínez escribe el libro, el plazo estaba a punto de cumplirse. Su padre, el guionista y director de "Las Noticias de los guiñoles" de Canal +, utiliza también aquí su inagotable sentido del humor y su agudeza crítica para trazar un conmovedor, pero nada triste en general, relato de las peripecias de la vida de su hija. Tampoco faltan momentos de gran seriedad y otros claramente tristes. Y durante todo el relato, su autor deja traslucir un descubierto sentido de la vida que  va más allá de la exposición de unos acontecimientos. Escrito por boca de ella, la realidad de una niña discapacitada y las acciones de los adultos de su alrededor, que ella entiende a su manera - aprobando sus esfuerzos unas veces y burlándose, incluso, de ellos otras- , consiguen situarnos en un escenario desconcertante a ratos, pero muy cercano, en el que desfilan personajes como Elfisio Terapeuta, Tuabuela, Poing el rayo de sol de su habitación, Minovio...

            He encontrado opiniones muy dispares sobre este  libro. Quizás haya mucha gente a la que no le parezca bien el tono empleado por Antonio Martínez. Hay personas a las que el grado de identificación con sus propias circunstancias, que puede producirse con la lectura del libro, les resulta demasiado doloroso. Para otras ha sido lenitivo, como también ese sentido del humor con que el autor afronta el relato del día a día de su familia y de su hija. A mi me parece, sencillamente, muy valiente. Y sobre todo creo que tiene el mérito de poner el protagonismo de la vida en discapacidad en las cosas importantes y en la persona imprescindible: Julia. Además, Antonio Martínez denuncia muy atinadamente algunas formulaciones de la atención a la discapacidad en el entorno social.

            Es un trago, pero tengo que advertir que finalmente Julia se fue en diciembre de 2003 (el libro se publicó en 2001), es decir más de dos años después de la previsión de los médicos.  A pesar de ello, creo que el libro debe leerse con un espíritu positivo, y que puede ayudar a las familias con hijos con discapacidad a reconocer ese grado de normalidad que siempre digo que es tan necesario. Por eso lo traigo a esta página. Y porque creo que Julia y su familia, como otras que pasan por similares circunstancias, se merecen que sepáis algo de su vida. El primer fragmento es quizás uno de los más críticos del libro, de los más crudos. Para compensar, copió al final una bonita y divertida escena de la vida cotidiana de Julia.



                "Hay que comprender a los neurólogos: se pasan el rato diciendo a la gente que su hijo es una catástrofe. Eso debe moldear el carácter. Por eso, seguramente, a mí en la consulta del neurólogo me han llamado siempre el chico. ¿Cómo va el chico? ¿Qué tal está el chico? Es una niña, decía mamá las primeras veces. Ah, bueno, sí, ¿qué tal? sin afán de rectificación, precisamente lo contrario, la réplica de mamá daba pie a enfatizar la diferencia hacia mi sexo, todavía quedaba más claro que le daba igual que fuera chico o niña o viejo, que me llamara Julia, Arturo o Fordfiesta, podría haber preguntado qué tal la cosa, qué tal el caso 34719083/25698.

              Hay que comprenderles: si se encariñan con todos, si toman afecto por cada uno, lo que ganen en el hospital se lo gastan en el psicoanalista. Tampoco el verdugo puede encariñarse con su víctima, precisamente porque no es suya, porque no es su víctima. Si se encariñaría, sí podría, si fuera un asesino, pero no lo es, es un verdugo, un instrumento, como el doctor Bombilla, que no es un altruista, no me atiende porque me quiera, sino porque le pagan, y necesita distanciarse de mí, preguntar qué tal está el chico, el verdugo no sería un buen profesional si atornillara el garrote vil y le rodaran lágrimas, hasta el muerto protestaría en su último suspiro si sintiera el sabor salado de la lágrima del verdugo: mátame, pero no me jodas, diría, y con razón, aunque antes de ejecutarle hubiera que lavarle la boca con jabón porque qué le costaba decir no me fastidies y que el último acto de su vida fuera apto para menores. Si le condenan a muerte por algo será, pensará el verdugo, y menos mal que lo piensa porque si no menudo traumazo.

               Hay situaciones en las que la misma eficacia profesional exige deshumanizarse, por eso comprendo a los neurólogos.

              ¿Y cómo una niña lisencefálica es capaz de compadecerse de un neurólogo?, preguntará alguien, siempre hay alguien preocupado por la verosimilitud de un relato: no es creíble, dirá algún espabilado, cómo sabe eso la niña, a ver, ahora ya sí que no me creo nada, esto se lo está escribiendo alguien. Pues sí, sí es creíble. Las niñas lisencefálicas aprendemos eso en la antesala de la consulta de neurología infantil, donde se reúnen las parálisis cerebrales, algunos síndromes extravagantes, bastantes malformaciones físicas, retrasos mentales profundos, todos formalitos (a nuestra manera) en torno a un cartel antiguo a punto de despegarse de la pared con diez recomendaciones básicas sobre la epilepsia, antiquísimo el cartel, se nota en el corte de pelo de los epilépticos dibujados, ya nadie gasta esas melenitas yeyés, nadie nunca se fija en ese cartel aunque a veces algún papá o alguna mamá se ensimisme delante de los dibujos, como si de golpe les interesara la moda de peinados de treinta y cinco años atrás, miran sin ver el cartel que preside la aglomeración de sillas especiales, ropas especiales, pañales especiales, padres y madres especiales que se miran de reojo, un poco avergonzados, no fui capaz de tener el hijo que soñé, un poco buscando consuelo, mi hija no está tan mal como la tuya, dice la última mirada, o viceversa, también los hay solidarios, y en algún visitante ocasional se adivina el horror, o no, yo sólo vengo hoy, mi hijo no  tiene nada grave, sólo una leve dificultad en levantar el brazo izquierdo, sólo que no dice bien la erre, en realidad me remiten al logopeda, yo no tengo nada que ver con ustedes, se comportan los ocasionales como si en lugar de enfermos con lesiones cerebrales fuéramos vampiros capaces de transmitir una maldición. Normal. Cuando venga Supermao a ver si se parte un brazo pronto y así podremos ir a las consultas normales del hospital con la cabeza alta, hola, no se asusten, diremos sólo se ha roto un brazo.

           Siempre en Otorrinolaringología se deslizan niños de Traumatología, en Traumatología corretean niñas de Oftalmología, en Oftalmología de Endocrinología, pero la sala de Neurología infantil es impermeable: nunca corretean niños de otras consultas, jamás se asoman niñas. Cualquier crío sabe que ahí no se mira, que en esa sala no se fisga, es un rincón prohibido, es el País de Nunca Jamás, el lugar donde nos reunimos los que nunca dejaremos de ser bebés, obligatorios peterpanes: no sabemos crecer, qué más quisiéramos.

           Nosotros tampoco vamos por otras salas. Ni correteamos ni nos llevan. De puro discreto somos casi clandestinos. Fuera de esa sala nadie nos conoce, diríase que el mundo rueda sin nosotros, podría pensarse que sobramos, somos prescindibles. ¿Dónde estamos, dónde vamos esos bebés, algunos bebés ya entrados en años, cuando salimos de la consulta? Misterio. Nadie sabe dónde estamos, dónde vamos, qué hacemos. No estamos en los anuncios de potitos, ni en los de pañales, cremitas, bañeritas, colonias, no salimos nunca retratados en el mundo feliz de los recién nacidos, ¿nos esconde, a mí tampoco me ven en la calle, a mí también me esconden?

            Podría ser yo la Pasionaria de Neurología. ¡Exíjamos los que es nuestro!, tronaría mi voz, papá o mamá tendrían que moverme los bracitos y hablar por mí, pero bueno, muchos políticos son así. Mira, dirían todos al verme pasar: ahí va la nieta de Lenin. Sería contraportada de la prensa europea, en Europa las revolucionarias siempre están en la contraportada, con las noticias curiosas y los objetos raros: la rebelión de los sin neuronas, contarían. ¡¿Quién nos rescata del silencio?! Y habría un murmullo ¡¿Qué se espera de nosotros además de que muramos cuanto antes y molestemos lo menos posible?! Y alguno sabría aplaudir, y los adultos podrían ayudar, los que supieran hablar gritarían viva Cristóbal Colón, por gritar algo, los que no supieran llorarían, lo importante es alborotar. ¡¿Qué lugar nos corresponde en el mundo además de esta sala oculta y prohibida, además de estos veinte metros cuadrados?!"


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                       "Esta tarde papá ha llegado prontísimo (por suerte no tan pronto como para que a alguien se le ocurra: ¿y si la metemos en la piscina? El sábado pasado regresó mamá de un bajón sorpresa con un bañador mundial de topos blancos sobre fondo amarillo ¡para mí! Fue probármelo y estallar el planeta en gritititos de felicidad y estallar yo de frío y miedo, brrrr, qué frío, me agarraba a los pelos de mamá, y jajajajajá. Tirito sólo de imaginar que cualquier día llegará papá prontísimo aún y dirá hala hala, a rodar Tiburón Seis), cuando todavía estábamos mamá y yo jugando bajo el cedro azul ding ding ding ding. Me ha sacado papá a bailar un par de chachachás, Cachito mío y Fantástico, y después Antonio Machín decía toda una vida te estaría mimando te estaría cuidando como cuido mi vida que la vivo por ti. Me ha colocado papá los brazos rodeándole el cuello y ha notado que mis manitas se movían en su nuca. Se ha quedado de piedra pómez: me miraba fíjísimo. Yo tenía los ojos en San Sebastián, disimulando. Pues qué quieres, golferías te enseñan, golferías aprendes."



* ("Soy Julia". Antonio Martínez. Seix Barral. 2001. También hay una edición en Círculo de Lectores, creo que del mismo año. La imagen viene del sitio de la Fundación Sidar, que se puede visitar con interés).



Ceracate

 

Especie de ágata de color de cera (R.A.E.)

Mujeres de Roma Blog

Mujeres de Roma Blog

 

 

 

        Mujeres de Roma es el título del blog de Isabel Barceló. Es una página muy especial.  Isabel Barceló dice de ella misma: "El momento más feliz del día es el que dedico a escribir. Estoy fascinada por Roma, una ciudad única en el mundo occidental, y empeñada en que se recuerde a sus mujeres, que es como recordar a todas las mujeres del mundo". Por eso su blog está dedicado enteramente a contar historias  en las que intervienen mujeres de Roma. Ella cuenta esas historias con una capacidad y un conocimiento dignos de encomio y de admiración. Son además historias bellas, eruditas y muy entretenidas.

        Algunas son entregadas en un solo capítulo (Galla, la esclava; Claudio y la diosa Cibeles; Anfítene y el emperador, por ejemplo - hay muchas). Pero otras adoptan la forma de la entrega por capítulos de tanto sabor y tradición literaria y folletinesca -cuando el folletín denotaba un concepto de otro calibre al actual-. Entre estas entregas demoradas, Isabel ha escrito, entre otras, la historia de "La muchacha de Cátulo", "Cúpido y Psique" de catorce capítulos, o la actual "Dido y Eneas", que discurre ya por su capítulo XIV y que incluye el relato sobre la reina Dido dentro de otra historia.

        Además, en esta última y actual historia, Isabel Barceló ha invitado a sus amigos blogueros a que se conviertan en personajes de la misma. Bastantes de ellos se han rebautizado con nombres adecuados a la época y van apareciendo por los entresijos de un brillante ejercicio de narración en un contexto histórico: así, por ejemplo, Fernando Sarría es Xylón, el maestro griego, cronista de la familia de Dido, y Unjubilado -Emilio Gil-, es el director de las obras de la muralla de Cártago.

        Por si fuera poco, Isabel encuentra montones de fotos hermosas y muy pertinentes para ilustrar sus historias, una de las cuales cuelgo ahora. Mujeres de Roma, un placer y una fuente de conocimiento.

 

Ceratias

Cometa de dos colas (R.A.E.)

Poetizando - 31: Una flor se abre

   

 

                Algo nos anda por las cabezas. He pensado esta mañana subir el poema que viene a continuación. Pero tenía dudas. Habla de cosas muy obvias y en un tono también muy evidente. Aunque, en realidad, se trata de éso. De constatar lo evidente, porque por serlo dejamos muchas veces de nombrarlo. Y a veces no puede ser. La cuestión es que esta noche he  leído el poema. He albergado de nuevo dudas, hasta que, mientras me demoraba, he llegado a la Sonrisa de Maria y he leído el post de hoy de Jío: ¡vaya! ¿qué nos anda por las cabezas?  Y entonces, va Fernando y me dice que quiere subir a su blog un poema sobre la inmigración con una foto de Miguel Angel Latorre muy especial. Y definitivamente entonces he decido poner aquí este poema, que tenía ya un tiempo de estar en el silencio y lo hago junto a una foto de José Antonio Melendo.







 

 

Una flor se abre y la tierra entera tiembla.

Es natural. Y lo es

que el río como una mano

generosa en exceso anegue de improviso los campos rotundos,

las calles y los sótanos donde el hombre

construye su vida pieza a pieza

y las engrasa.

El río fue una gota en algún sitio y fue luego

tormenta en la pendiente

que asoló el tiempo.

Es natural que a veces hasta el cielo

levante el mar su furia

y se derrumben

las constelaciones contra mi dedo índice.

No me quedarán ojos y será natural.

No habrá tiempo y no será,

y no habrá

que objetar sino el dolor que demora

con su regusto a polvo

en la garganta.

Pero si el hombre de pies gigantes

con facilidad de insulto

a su paso aplasta  la calle

y la pequeña casa y el televisor

donde viven los hombres, de prestado y a ratos,

que sólo tienen manos y  casi ya ni boca,

y casi ya ni techo bajo el que agonizar

cuando se cumpla el tiempo de entornar la mirada,

-si es que tiempo les dejan de morirse,-

eso no es natural.

Me niego en este punto a utilizar sarcasmos,

fugaces ironías o sesudas cuestiones sobre la arquitectura

del sutil equilibrio del orden de las cosas.

Eso no es natural.

Porque siempre procura al fin Naturaleza

el equilibrio, y si natural fuera

alguna vez acaso se tornaran los términos

para que sucumbiera  el dinosaurio bajo el lodo universal

de la perversa historia.

Una flor se abre

y la tierra entera tiembla. Miles de  hombres

mueren bajo una sola mano

y no hay aire que recoja sus últimos suspiros

ni su estremecimiento.



©2007 fotografía José Antonio Melendo



Blogueros en la Expo

Blogueros en la Expo

 

        El periodista  y bloguero Juan Luis Sánchez, que mantiene el blog de la Expo,  organizó una visita a las obras de la Expo 2008, dentro de las que normalmente se realizan para el público en general los fines de semana. Nos apuntamos una treintena - puede verse la lista en el blog de la Expo- y hemos pasado un rato agradable, divertido e instructivo en cuanto a cómo van las obras. Ainhoa, guía de la Expo, nos ha explicado muy bien qué era cada construcción, las características y distribución del recinto de la Expo, y a qué se destinarán los edificios cuando pase el evento. Hemos terminado en el Pabellón de Visitantes viendo una bonita maqueta de la zona y otros contenidos audiovisuales muy útiles. Así hemos podido hacernos una idea bastante clara de cómo se está trabajando y de cómo quedará transformada toda la zona de Ranillas, abrazada alrededor por el meandro del río Ebro, y parte del barrio del ACTUR cuando todo esté a punto y para comenzar la Exposición el 14 de junio de 2008. Uno de los audiovisuales que se pueden ver en el Pabellón de Visitantes explica además el resto de obras de acompañamiento que en la ciudad de Zaragoza se están realizando de cara al acontecimiento internacional del año que viene.

       

         Javier Torres (sobre la marcha) y Mariano Gistaín, Javier Mendivil o José Antonio Melendo, y otros compañeros que podéis encontrar reseñados en el blog de la Expo 2008,  han colgado ya sus post´s con fotos y videos.

         Está bien recordar también un reciente post que colgué aquí sobre la transcendencia de la Expo 2008 en la ciudad y la Exposición Hispano-francesa de 1908.



Futura Torre del Agua, edificio-emblema de Expo Zaragoza 2008

Centonar

Amontonar cosas o trozos de ellas sin el orden debido / Componer obras literarias con retazos y sentencias de otras (R.A.E.)

Poetizando - 30: Nubes y ojos abiertos

Poetizando - 30: Nubes y ojos abiertos

 

 

 

Cuando tú te duermes tengo

que atravesar un verde campo imperecedero

donde resuena el mar de antaño y la sombra azul

baila engañosa entre la vegetación

que se derrumba con lentitud cinematográfica.

La madrugada ahonda en este lecho insomne

y todo mi cuerpo se contagia de la mortal respiración

nostálgica de la tierra.        

 

 

© fotografía 2007 Miguel Angel Latorre.

Kenzaburo Oe: Un amor especial- 2

Kenzaburo Oe: Un amor especial- 2

 

 

 

            Continúa el capítulo así:


 

           "Ya había reflexionado un tanto en las cuestiones planteadas por M.; en primer lugar, por qué una sociedad que excluye a esa parte de sí misma puede ser considerada débil y frágil. Sólo puedo hablar sobre la base de mi experiencia del único modelo que he visto de una comunidad que no excluye a los discapacitados, la de la Universidad de California, en Berkeley, donde pasé cierto tiempo. El campus está construido en la ladera de una montaña, y la diferencia de altitud de un extremo al otro es tan grande que casi parecía imaginable que hubieran de importar vegetación adecuada a cada altura para asegurar que creciera en los diversos microclimas. Pero si bien esta topografía peculiar proporciona unos panoramas espectaculares, uno no puede dejar de pensar que será un obstáculo enorme para las personas con minusvalías físicas. Sin embargo, en Berkeley es habitual ver personas que se desplazan por el campus en sillas de ruedas motorizadas y a unas velocidades considerables.

         Solía preguntarme adónde irían aquellos estudiantes minusválidos (entre ellos algunos con discapacidades mentales) si Berkeley los hubiera excluido. Sin duda algunos de ellos habrían vivido recluidos en sus casas, mientras que a otros los habrían encerrado en instituciones. Soy el primero en reconocer que a veces las instituciones son necesarias y, si están bien dirigidas, incluso pueden servir como campo de pruebas para la integración de los discapacitados en la sociedad. Además, si los minusválidos son capaces de llevar una vida activa y útil en tales instituciones, eso constituye una prueba de lo vital que es la sociedad que las establece. No hay duda de que siempre ha existido esta clase de centros, y es evidente que debemos considerar tales lugares como modelos de una sociedad abierta, pero no es menos cierto que han existido y probablemente todavía existen lugares cuyo objetivo expreso, o cuyo resultado efectivo, es el aislamiento de los minusválidos, y por lo tanto funcionan como los complementos necesarios de una sociedad cerrada.

         Flannery O´Connor escribió cierta vez que las actitudes sentimentales hacia los niños minusválidos, que estimulan el hábito de ocultar su dolor a la gente, pertenecen a la misma clase de pensamiento que hizo humear las chimeneas de Auschwitz. Por mi parte, me aventuraría a suponer que muchos padres de hijos discapacitados vacilarían antes de rechazar esta comparación, considerándola una exageración grotesca. Estas personas con conscientes de que su envejecimiento o muerte repentina sólo puede significar que sus hijos serán enviados a una institución, y la idea de que son unas instituciones abiertas y bien dirigidas les ofrece escaso consuelo.

         A un nivel más personal, imagino un ejemplo muy concreto de lo que le sucede a una sociedad que excluye a sus minusválidos, preguntándome cómo nos habríamos vuelto nosotros, los Oe, si no hubiéramos hecho de Hikari un miembro indispensable de nuestra familia. Imagino una casa sin alegría, en la que soplarían frías corrientes a  través de las grietas dejadas por su ausencia y, después de su exclusión, sería una familia con unos vínculos cada vez más débiles. En nuestro caso, sé que sólo gracias a que incluimos a Hikari en la familia, conseguimos capear nuestras diversas crisis, tales como el gradual declive mental de mi suegra.

         Resulta interesante que el mismo hecho de que uno de nosotros sea minusválido nos haya permitido a los demás, como si de una compensación se tratara, aprender a improvisar de una manera bastante creativa. Por ejemplo, en el transcurso de los años la hermana de Hikari ha tenido que idear innumerables maneras de estimularle para que saliera de sus estados de ánimo desagradables. Sin embargo, a pesar de este largo aprendizaje, se ofreció voluntaria para trabajar con los discapacitados en la universidad, y esta experiencia fuera de casa le ayudó a enfocar de un modo más experto y sistemático el cuidado de su hermano, al tiempo que le enseñaba a distanciarse de él cuando era necesario a fin de plantearle las cosas difíciles que es preciso decirle. En resumen, creo que no sólo llegó a verle como un miembro discapacitado de la familia, sino también como un miembro discapacitado de la sociedad. En su manera  de relacionarse con Hikari hay, incluso ahora, una sombra de su infancia compartida, de la chiquilla que ideaba toda clase de estratagemas para que él accediera a dar un paseo. No obstante, si negar en modo alguno ese pasado, se ha convertido en una mujer madura y capacitada, y quizá lo ha hecho sobre todo en lo que concierne a su hermano.

         Así pues, mientras preparaba mi respuesta a la carta del señor M. para la conferencia, vi cuán estrechamente integrados están los problemas de la aceptación pública y privada de una minusvalía. Me pareció que todo resultaba más fácil de comprender cuando consideraba a la sociedad como una gran familia. El truco, por así decirlo, consistía en modelar las acciones de una sociedad, sus mejores esfuerzos, basándose en las de la familia que ha acogido activamente a un niño minusválido en su seno. Al final, esa clase de familia, mediante su propio proceso de aceptación, puede llegar a desempeñar un papel especial en la comunidad inmediata que la rodea, y con el tiempo es posible que el mensaje llegue a un grupo mucho más amplio."



        *Con mucha razón, Chema Lera me ha recordado en un comentario que no había mencionado las bellísimas acuarelas de Yakari Oé, esposa de Kenzaburo y madre de Hikari, cuyas reproducciones se integran también en el libro. Traigo hoy una de esas reproducciones aquí. Yo creo que ambos, madre y padre, han deseado en este libro dejar conjuntamente constancia de su amor y su agradecimiento a su hijo. Quien, por cierto, ha editado un par de discos con composiciones realizadas por él, pues en la música, como bien explica su padre, encontró su auténtico medio de expresión. Por eso la acuarela le representa en el hotel de Salzsburgo, durante un viaje que hicieron a esta ciudad y a Viena (Kenzaburo Oe: "Un amor especial". Ediciones Martinez Roca, SA. 1998. Ilustración de Yakari Oe)



Cení

Especie de latón o de azófar muy fino (R.A.E.)

Kenzaburo Oé: Un amor especial - 1

Kenzaburo Oé: Un amor especial - 1

 

 

 

                Kenzaburo Oé, Premio Nobel de Literatura en 1994, tuvo en 1963 un hijo que nació con hidrocefalia. Esta circunstancia, esencial en su vida, ha recorrido con elocuencia toda su obra a partir de entonces y centrado una buena parte de las reflexiones vitales y sociales que aparecen en ella. En un buen número de sus libros aparece la figura de un personaje, de un hijo con discapacidad, integrado en la historia. Hay, sin embargo, un libro no novelado, una especie de diario personal de Oé, que me gusta mucho. Lo encontré, - me lo encontró, mejor dicho, Chema Lera - en un mercadillo de Carrefour donde vendían los libros a peso. Se titula "Un amor especial" y habla de la vida familiar de los Oé y de algunas cosas particulares de Hikari, su hijo "especial". Incluí hace un tiempo un pequeño fragmento de este libro. Vuelvo a él, porque lo he releído estos días, y siguen pareciéndome impresionantes la naturalidad, la sencillez y el sentido del humor a la hora de hablar de las cosas cotidianas, a menudo complicadas, que han vivido los Oé, mezcladas con pensamientos muy claros por parte del escritor acerca de cuál ha de ser la actitud de la sociedad con las personas con discapacidades.

         El título del capítulo del que extraigo el fragmento que voy a copiar es "La década de las personas minusválidas". Comienza este capitulo con algunas indicaciones de Oé acerca del trabajo cotidiano del escritor y de sus obligaciones públicas, y sigue:



         "Esto explica por qué he llegado al punto en que ya no acepto solicitudes de conferencias o discursos a menos que procedan de  amigos íntimos o de mis editores; o por qué, cuando alguien me llama, tengo el hábito de pedirle que me envíe su solicitud por escrito, con una explicación de los objetivos del acto, antes de decidirme. La conferencia que pronuncié en la ciudad de Sakai a finales del año pasado es un ejemplo feliz de este procedimiento. Creo que me llamaron a comienzos del verano y, como respuesta a mi petición, me llegó una carta firmada por el señor M. del Departamento de Bienestar de los Minusválidos de aquella localidad. La carta tenía una resonancia especial para personas que se encuentran en nuestra situación:

         Al finalizar esta década especial de los discapacitados establecida por las Naciones Unidas, durante la cual hemos oído llamadas a la igualdad e integración social de todos los minusválidos, quienes están más estrechamente relacionados con estas cuestiones contemplan el futuro con una mezcla de esperanza y aprensión. ¿Continuarán el interés popular y la inquietud que han despertado en los últimos  diez años? ¿O bien, como ha sucedido siempre en el pasado, volverán a ponerlos fuera de la vista, relegándolos a algún rincón prácticamente invisible a la conciencia colectiva?

         Durante los últimos diez años, la conciencia cada vez más amplia de su existencia ha realzado nuestra tendencia a perder de vista lo que significa  sentir una auténtica solidaridad con el prójimo; los discapacitados nos han mostrado, con toda claridad, la estrechez de nuestras miras. Se ha dicho que la "sociedad que excluye a los discapacitados es por definición débil y frágil". Creo que deberíamos examinar de nuevo lo que significa esto y ver de qué manera exactamente la sociedad es débil.

         La carta se ocupaba entonces de una conferencia en la que me invitaban a intervenir.

         Creo que esta idea de la "aceptación de los discapacitados como un problema para la comunidad", sobre la que le pedimos a usted que hable, inevitablemente rebasa la condición de "problema" para el individuo o la familia y aborda la cuestión de cómo el conjunto de la sociedad aprenderá a aceptar la vida en común con sus miembros discapacitados. El hecho es que, en el mismo acto de aprender a hacer esto, todos nosotros, y no sólo los discapacitados, nos hacemos más libres, lo cual, a mi modo de ver, sugiere una oportunidad para la creación de la "nueva clase de humanidad" a la que usted se ha referido con frecuencia.

         No es sorprendente que aceptara participar y enviara un resumen de lo que me proponía decir."



         * Queda la segunda parte del capítulo para el próximo post. La fotografía de Kenzaburo e Hikari Oé está tomada de una dirección de la Universidad de Calgary. (Kenzaburo Oé. Un amor especial. Ediciones Martínez Roca. 1998)

Cendolilla

Muchacha inquieta y de poco juicio

(palabra de origen incierto, probablemente del árabe sandaliya, derivada de sandal=ocioso, desocupado) (R.A.E.)